viernes, 15 de febrero de 2013

MOISÉS DOMÍNGUEZ NÚÑEZ: Juan Galán Bermejo: ejemplo de un "pater" de la Legión

Una historiografía tendenciosa y que se deja llevar por sus prejuicios más exaltados ha dado carta de naturaleza a las más disparatas elucubraciones sobre la figura del sacerdote Juan Galán Bermejo durante la Guerra Civil.

Por lo tanto era necesario realizar un estudio en profundidad que dejara en su verdadera dimensión lo que hizo o dejó de hacer este capellán castrense durante la Guerra Civil Española. En esa tarea nos hemos embarcado y creo que hemos llegado a buen puerto.




Una vida dedicada a los demás 


Según el propio sacerdote había nacido en Montánchez el día 24 de Junio de 1903, hijo de Andrés y Elvira. No obstante hemos hecho las consultas preceptivas y no aparece su inscripción en el Registro Civil de esta localidad cacereña, por lo que nos queda la duda sobre este dato.

Nacido en el seno de una familia humilde y de la que era el mayor de nueve hermanos (Ana, Lucia, José, Valentín, Emilia….), poco o nada sé de su infancia y adolescencia

Pronto escuchó la llamada de Dios pues con tan solo 20 años cursó estudios de Latín y Humanidades en el Seminario de Astorga (León) y asimismo realizó los estudios de 1º, 2º y 3º de Teología en la Facultad de Comillas (Santander) entre los años 1924 y 1927, y en 1928 el 4º curso de Teología en Astorga (León). Se ordenó sacerdote el 24 de Junio de 1928, oficiando su primera misa en la parroquia de Santiago de Cáceres el día 9 de julio de 1928, a las once de la mañana, ocupando la sagrada cátedra el padre Lorenzo López Cruz.

Ya el 15 de Julio de 1928 lo vemos como Coadjutor en la población pacense de Hornachos hasta el 4 de Agosto de 1929. En septiembre de 1928 ocupó el puesto de Ecónomo en la población de Corte de Peleas (Badajoz). Posteriormente pasa como Coadjutor a Santa María de Alburquerque. En 1934 lo encontramos en Zafra, donde vivía con sus nueve hermanos y su madre viuda. Allí trabajará como Coadjutor de la iglesia de la Candelaria, de la que era titular el P. Daniel Gómez Ordóñez.

En Septiembre de 1934 junto a un grupo de entusiastas jóvenes católicos segedanos constituyó la asociación de la Juventud Católica de Zafra, siendo su Consiliario hasta que en 1935 lo sustituye el reverendo P. Santiago Navarro, de los Misioneros del Corazón de María. De su actuación durante la contienda Civil daremos debida cuenta en las siguientes páginas.

Acabada la Guerra Civil se traslada a Madrid y tras su paso por el Cuerpo de Mutilados de Guerra, de la que fue Capellán, el 1 de Enero de 1942 se hace cargo de la parroquia de la barriada cacereña de la estación de Arroyo-Malpartida donde ejercía como Capellán, realizando el doble magisterio sacerdotal y cultural por encomienda de la RENFE. Amén de dar las comuniones sobresalió como maestro de los hijos de los empleados de RENFE junto a los profesores Jacinto Reveriego Alcántara y Justina Monroy Carbajo.

Este “simpático sacerdote” fue un personaje muy querido y respetado en esta localidad. Participó en múltiples actos religiosos como por ejemplo el 23 de Febrero de 1944 donde se realizó un solemne triduo en honor de la venerada patrona, la Inmaculada Concepción, “para impetrar del cielo la benéfica lluvia para nuestros campos”, terminó el acto con la procesión de la Inmaculada. El 10 de Noviembre de 1945 ,tributó, junto al Párroco y Coadjutor de Arroyomolinos, don Desiderio Casco y don Ángel Ruano, un cálido homenaje al ilustrísimo y reverendísimo señor Obispo de Coria, doctor Cavero y Tormo.

En 1958 pasó a la Diócesisde Coria-Cáceres y el 12 de Febrero de 1966 queda incardinado en la Diócesis de Badajoz y queda  adscrito a la Parroquia de la Asunción.

El 27 de Julio de 1960 nos encontramos a este capellán oficiando misa en el Campamento de la Magdalena celebrado en Santander. Allí aparece la figura de “un sacerdote que fue alférez provisional en la Cruzada y que lleva sobre el pecho de la sotana la misma estrellita que nosotros en la solapa. También lleva pasadores de condecoraciones y además tiene la medalla de sufrimientos por la patria y la Cruz (Roja) de primera Clase del Mérito Militar”.

Falleció en su domicilio en la Calle Júcar, nº 14 del populoso Barrio de Santa Engracia de Badajoz el 13/02/1973 a las cinco de la mañana debido a un colapso circulatorio . En el levantamiento del cadáver estuvo presente el doctor Alberto José Matallana García (colegiado nº 1266). Al día siguiente se celebró una solemne misa por el difunto sacerdote en la iglesia de Santa Engracia de la populosa Barriada de la U.V.A. (conocida en Badajoz como las Ochocientas). Actualmente sus restos descansan en el cementerio viejo de San Juan.

¿Un cura asesino y sádico? Veremos que no


Las barbaridades más fantasiosas se han escrito sobre Juan Galán Bermejo. El principal instigador, del agit-prop anticlerical contra este presbítero, fue Antonio Bahamonde quien dedicó un capítulo entero a Juan Galán Bermejo en su libelo: Un año con Queipo de Llano, publicado en 1938.
Entre otras lindezas pone en labios de Galán Bermejo, esta joya: "Aquí está esta pistola que ha librado al mundo de más de un centenar de revolucionarios". En esta fuente tan solvente es en la que han bebido algunos literatos, historiadores e investigadores.

Antonio Bahamonde y Sánchez de Castro es un personaje que requiere de un estudio en profundidad y que excede los límites de este trabajo. Se permite escribir unas pseudo-memorias en las que hay una crítica constante de los militares y de la Iglesia, evidentemente callando que en la otra zona se está haciendo una represión terrorífica.

Él mismo dice que tenía una imprenta en la que editaba publicaciones. Le iba bien antes de la guerra, y gracias a su amistad con uno de los primeros sublevados de Sevilla, el capitán López Diéguez, se hace con el monopolio de las publicaciones de la División: fundamentalmente pasquines y panfletos con los que inundar el frente y la retaguardia enemiga. Además, suministra el material de oficina de la División. Cuando destierran aquel a Badajoz como Delegado gubernativo, el negocio se viene abajo y -¡oh! qué casualidad- es cuando le viene esa repentina conversión frente-populista. Pero no por esta circunstancia dejó de hacer negocios. Su libro-propaganda fue uno de los más vendidos durante la contienda en la zona republicana y tuvo una importante repercusión internacional. En Noviembre de 1938 lo vemos en Nueva York haciendo apología del Frente Popular y “Propaganda” contra los rebeldes. Así lo publicaba en primera página el periódico Mundo Obrero el 12 de Noviembre de 1938. Desde luego su compromiso con el Frente Popular fue más testimonial que presencial, pues no llegó a pisar la zona controlada por las milicias del Frente Popular. ¿Por qué? Lo podemos intuir. Se exilió en México, donde publicó México es así (1940) y a partir de ese año se le pierde la pista.

En la guerra de la propaganda todo vale y este exdelegado de propaganda de Queipo de Llano encontró en este cura la víctima propiciatoria para desahogar sus odios y rencores acumulados contra el bando vencedor de la Guerra Civil. Para Bahamonde el “sacerdote de Zafra", que por cierto no era natural de Zafra ni solamente sacerdote sino coadjutor de la iglesia de la Candelaria de esta localidad pacense, encajaba perfectamente en el perfil de cura sanguinario, trabucaire y pendenciero que necesitaba la propaganda frentepopulista. Para ello monta una fantástica leyenda en la que da cabida a toda clase de perversiones, trasformando un sacerdote triplemente herido durante la Guerra Civil, doblemente condecorado y que sobresalió por sus actos de caridad en un sádico asesino.

El escritor y periodista Peter Wyden, en su libro “La guerra apasionada" indica que el corresponsal de la Agencia Havas, Marcel Dany entrevisto a Galán Bermejo. Como en otras ocasiones, por ejemplo la entrevista que se inventó Whitaker con el Tte. Coronel Yagüe, ni expresa el lugar de la misma ni cuándo ni dónde salió publicada. En la supuesta entrevista se expresa del siguiente tenor:  “…todavía no hemos tenido tiempo de legislar cómo y de qué manera será exterminado el marxismo en España; por eso, todos los procedimientos de exterminio de estas ratas son buenos. Y Dios, en su inmenso poder y sabiduría, los aplaudirá”.

En ninguno de los telegramas enviados por Marcel Dany entre el 15 y el 20 de agosto de 1936 a su agencia en Paris se indica que entrevistara a sacerdote alguno. Es más, tampoco encaja con la manera de trabajar de Marcel Dany, que empleaba frases cortas y generales, periodismo de Agencia, por lo que desconocemos de dónde sacó Peter Wyden esta información a todas luces falsa.

Otros historiadores e investigadores han continuado engordando esta leyenda negra y colgándole sanbenitos sin acudir a las fuentes primarias, dejándose llevar por sus sentimientos más radicalizados y usando para este fin única y exclusivamente la fuente bibliográfica. Por no extendernos más, solo apuntaremos alguna obra y sus nombres. Así podemos mencionar el estudio pseudo-científico, publicado en el nº 233 de la “prestigiosa” revista “HistóricaINTERVIU, llevado a cabo por José Luís Morales y Rotha Mackay, o  La Iglesia en España: 1975-2008 de Alfredo Grimaldos.

En contraposición con lo dicho quienes realmente tuvieron un trato directo, es decir mandos y tropa, tenían de él la mejor de las consideraciones, pues “cumplió con escrúpulo los deberes de su ministerio asistiendo a los heridos y animándoles constantemente “. Asimismo ayudaba a los legionarios analfabetos a redactar las cartas a la familia o las novias, y todos encontraron en él consuelo en los momentos de dificultad y un amigo en el que confiar. También sacaba tiempo para ayudar en los hospitales de campaña, confesar congregaciones, ayudar a las hermanitas de los pobres con los ancianos, bautizar, casar, enterrar, predicar y atender a la población civil de los pueblos que iban siendo tomados por la Columna Madrid.

En Noviembre de 1939 y en cumplimiento de las prescripciones dadas por la Sagrada Congregación Consistorial en el Decreto “Redeuntibus” de 25 de Octubre de 1918 sobre clérigos que vuelven de la milicia, con motivo de los problemas disciplinares, se cita a los capellanes que han participado en la Guerra Civil para dar debida cuenta de su actuación durante el conflicto. Uno de ellos será el Capellán Juan Galán Bermejo.

La respuesta que da Galán Bermejo no deja lugar a dudas sobre su actuación durante la Guerra Civil:

Durante el tiempo que he ejercido el cargo de Capellán del Ejercito NO ME HE VISTO PRECISADO NUNCA A HACER USO ALGUNO DE LAS ARMAS, teniendo certeza absoluta de no haber causado ni muerte ni heridas ni mutilación grave ni leve a nadie; habiendo ejercido a plena satisfacción de mi conciencia mi sagrada misión de recoger, curar, consolar y  absolver todos los caídos DE UNO Y OTRO LADO sin distinción de matices”.

Pero es que, fuera de la milicia, su recuerdo en la población no cuadra con la imagen que nos pintan los seguidores irredentistas de los “Girasoles Ciegos”. En la estación de Arroyo-Malpartida todos querían a Don Juan, como era conocido Galán Bermejo y entre ellos, en especial los niños. En este barrio cacereño nunca tuvieron queja de él; al contrario, pues preparó y formó, tanto espiritual como magistralmente, a los hijos de sus vecinos.

A lo largo de estas páginas desmontaremos una a una las calumnias vertidas contra este presbítero extremeño por algunos literatos, historiadores e investigadores de filiación sobradamente conocida, quienes dan pábulo a la leyenda del “Cura de Zafra” creada por Antonio Bahamonde.

Reportaje en la revista "Fotos"

Un capellan castrense y nada más


A primeras horas del día 7 de Agosto de 1936 las fuerzas del tercio entraban en Zafra. Los legionarios del Comandante Castejón no encuentran resistencia y los presos son liberados.

A partir de este momento nace y se desarrolla la Leyenda Negra del famoso “Cura de Zafra”. Bahamonde en su panfleto escribe: “conocía muy bien el pueblo y la canalla marxista que en el había, hizo fusilar a gran número de personas”. Otros han llegado incluso a manifestar que realizó este “trabajo” personalmente. Durante la Guerra Civil se publicó un boletín de información católica “De Rebus Hispaniae” que trataba asuntos de la Guerra Civil relacionados con el clero. El jesuita Constantino Bayle reproduce casi en su integridad el informe que realizó el Obispo de Badajoz, José María Alcalá y Alenda, sobre Galán Bermejo.

En su número 23 del 01 de Agosto de 1939 nos encontraremos con respuesta dada por el propio capellán Juan Bermejo a toda la sarta de mentiras que Bahamonde vertió en su libelo contra él. Dando debida replica a las injurias expuestas por el exdelgado, el Capellán Galán Bermejo escribe sobre la entrada en Zafra:

mi actuación fue dedicarme a visitar algunas iglesias, que me llevaron la mayor parte de la mañana, especialmente la de San Miguel, en la que acompañado por varios vecinos, estuve recogiendo los ornamentos y varias imágenes que los rojos mineros de Huelva dejaron tiradas por los suelos. A las once de la mañana (07/08/1936) celebré la Santa Misa en la iglesia Parroquial con asistencia de las fuerzas de liberación de la ciudad y a las que el señor Cura Párroco… les agradeció, en nombre de todos los que con él compartieron los días de prisión, el beneficio del rescate”.

Una vez acabada la ceremonia solicitó hablar con el Comandante Castejón para pedirle que le llevara con él en calidad de Capellán Castrense (Se incorporará a la Plana Mayor de la V Bandera, donde permanecerá hasta el 2 de marzo de 1937).

El periodista Fernando Sánchez Sanpedro escribió un reportaje que se publicó en la Revista Gráfica “Fotos” donde narraba las aventuras y desventuras de este capellán castrense. En la primera parte del reportaje escribe sobre cómo se incorporó al Tercio:

Don Juan Galán Bermejo había oído la invitación que el General Queipo de Llano había hecho por Radio Sevilla a los sacerdotes para que se incorporaran algunos como capellanes en las columnas de operaciones. Cuando Castejón llegó al pueblo, don Juan Galán se presentó al heroico Comandante para ofrecerse como capellán de la V Bandera de la Legión. Castejón se sorprendió un poco. No era el primer sacerdote a quien su buena voluntad lo llevaba al ofrecimiento ignorando la dureza de la vida legionaria. Expuso el comandante al “simpático curita” la difícil empresa a la que quería lanzarse y le recordó que en la Legión todos los hombres deben estar dispuesto a morir, hasta el capellán, que ha de correr el mismo peligro que los legionarios. La respuesta fue categórica: - Yo estoy dispuesto a morir, mi comandante. Ha de ser cuando Dios quiera y no me importa que esto sea antes de llegar a Badajoz. Son horas de sacrificio sin regateos y yo quiero prestar un servicio a mi Patria ayudando a bien morir a los bravos legionarios que da la vida por ella. Castejón acepto el ofrecimiento y nada valieron las suplicas del buen párroco…”.

Desde las doce del mediodía hasta el almuerzo lo dedica Galán Bermejo a consolar a los que sufrieron cautiverio, a preparar una pequeña talega con sus cosas y despedirse de sus familiares y amigos. Se incorpora a la Columna Castejón, literalmente, cuando esta ya había avanzado hacia Los Santos de Maimona.

Ésta fue su verdadera actuación en Zafra, él mismo certifica: “No habiendo tomado parte alguna, ni directa ni indirectamente en las sanciones (fusilamientos) impuestas en dicha ciudad".

Posteriormente compaginó su deberes sacerdotales con otros más castrenses. Así realizó funciones de enlace, llevando y trayendo órdenes y partes, cuando las circunstancias y falta de ayudantes lo requirieron. Vestía uniforme Legionario y siempre llevaba colgado del pecho un cordón negro del que pendía un crucifijo que era su distintivo. De su valor en el frente dan fe las tres heridas que recibió al prestar auxilios espirituales a los legionarios.

Prosiguiendo con su trayectoria. En Torremejías ayudó a buscar al párroco que andaba perdido en los campos cercanos. En Mérida entre el 11 y el 12 de Agosto visita al Párroco de Santa Eulalia, celebrando la Santa Misa. Allí recibirá su bautismo de fuego. En un contra-ataque de las milicias un legionario recibió un balazo. Pidió al Capellán la absolución y le rogó que contactara con su familia. El Legionario murió en sus brazos. No sería el último "novio de la muerte" que recibiera los Auxilios Espirituales de este PaterAl que todos quieren y respetan”.

El 13 de agosto en Talavera la Real solo llega a tiempo de administrar la extremaunción sub-conditione al Capellán de las MM. Carmelitas Don Rafael Fernández Díaz, vilmente martirizado, y rezar un responso ante la veintena de cadáveres que fueron asesinados antes de la entrada de las tropas por los milicianos.

Y llegamos a Badajoz, donde sus detractores encontraran el necesario caldo de cultivo para desvariar y atribuir a este sacerdote los hechos más innobles que un siervo del Señor pueda cometer en nombre de Dios. Peter Wyden se luce en su libro “La guerra apasionada" con la siguiente perla: ”Luciano Zainos, de once años, con sus padres y cinco hermanos, estaba entre el centenar de aterrorizados ciudadanos que buscaron refugio en el sótano de la catedral. Al asomarse para echar un vistazo, Luciano vio cómo los legionarios entraban al asalto pasando las gruesas puertas tachonadas de gruesos clavos, iban a la caza de presa oculta en la iglesia. Juan Galán Bermejo, que había sido el cura de Zafra (Badajoz) y ahora capellán de la 11ª bandera del 2º Regimiento, estaba entre los asaltantes. Descubrió a un miliciano escondido en un confesionario y lo mató con su pistola, no era ésta la primera de las ejecuciones privadas del padre Galán, que estaba orgulloso de todas. Pocos días más tarde, en el despacho del gobernador civil de Badajoz, Antonio Bahamonde, de la comandancia del general Queipo de Llano, le pidió al padre que le dejase ver la pistola que había usado en la catedral. Galán la mostró y dijo: "Aquí está. Esta pistola ha librado al mundo de más de un centenar de revolucionarios". El cura de Zafra se encargó de marcar a quienes debían matar. A preguntas de Marcel Dany, de la Agencia Havas, el cura de Zafra respondía que “todavía no hemos tenido tiempo de legislar cómo y de qué manera será exterminado el marxismo en España; por eso, todos los procedimientos de exterminio de estas ratas son buenos. Y Dios, en su inmenso poder y sabiduría, los aplaudirá”. El cura Juan Galán siempre portaba una pistola de dotación sobre la sotana, y fue el ejecutor directo de unos 750 asesinatos”. Alfredo Grimaldos pone de su cosecha el siguiente exabrupto histórico falto del mínimo rigor científico: “fue entonces uno de los encargados de señalar con el dedo a los republicanos detenidos por las columnas del teniente coronel Yagüe que debían ser toreados en la plaza de Badajoz antes de morir” y no contento con estas lindezas la propia iglesia aporta su granito de arena para engrandecer la leyenda; así el sacerdote Jaime Tovar Patrón escribe: “... ahora capellán de la V Bandera, presumía de haber sido quien abrió personalmente los cerrojos de la puerta de la Trinidad en Badajoz (sic)”.

Desde luego Galán Bermejo tendría algunas cualidades pero no la de la ubicuidad pues no podía estar al mismo tiempo abriendo la puerta de la Trinidad y descerrajando tiros dentro la Catedral de Badajoz. Pues bien ni una cosa ni la otra. Destinado como estaba en la Plana Mayor de Badajoz, no entró en la ciudad hasta que la plaza fue totalmente tomada. Es decir, cuando entra este sacerdote en Badajoz los milicianos abatidos durante la batalla dentro la Catedral, a los pies de coro y no en el confesionario, ya habían muerto a manos de los legionarios del capitán Tiede Zenden. A mayor abundamiento, tanto el periodista luso Mario Neves, entre otros corresponsales extranjeros, como el reverendo Enrique Delgado Gómez  expresan que los milicianos se encontraban a los pies de la Capilla Mayor, delante del púlpito. Nada dicen de confesionarios llenos de cadáveres que además se hallaron intactos.

Como vemos, se van acumulando las barbaridades sin aportar un solo dato contrastado, sino que está todo basado en las especulaciones más variopintas y peregrinas. Realmente, la actuación de este sacerdote en Badajoz fue muy distinta. Según el mismo expresa: “Tres días de estancia. Celebró una misa, actué en mi ministerio con heridos y muertos en campaña. Administré extremaunción y de mi actuación en la capital de mi Obispado ya tiene informe mi señor Obispo “.

Con respecto a la afirmación realizada por Bahamonde sobre los supuestos excesos que este sacerdote protagonizó en Granja de Torrehermosa en septiembre de 1936, el exdelegado mete la pata hasta el corvejón dejando volar su imaginación y afirmando de forma contundente que el “Cura de Zafra” le había dicho: “cuando conseguimos entrar, encontré metidos en una cueva a cuatro hombres y una mujer joven que estaba herida. Les quite dos pistolas que tenían, aunque sin municiones, hice cavar la fosa y les enterré vivos para escarmiento de esa ralea”.

Falso de toda falsedad, primero porque esta localidad pacense fue ocupada el 26 de Septiembre de 1936 por fuerzas Regulares al mando del Teniente Coronel Gómez Gobian, dentro de una operación más ambiciosa como, era hacerse con el sector de Peñarroya-Pueblo Nuevo, y por lo tanto en esta fecha tan temprana el “cura de Zafra” no estaba por estas lindes, pues las fuerzas de la Legión no tomaron parte en la toma del pueblo. Ese día el Pater estaba en Bargas (Toledo). Y, segundo, porque cuando realmente Juan Galán Bermejo estuvo en Granja de Torrehermosa, el 7 de octubre de 1937, es imposible que esa conversación se entablara, pues el supuesto encuentro con Galán Bermejo se produjo según el autor de Un Año con Queipo en Badajoz en ¡Agosto de 1937! TRES MESES ANTES de la fecha en que realmente estuvo el Capellán en Granja de Torrehermosa.

De hecho, lo que pasó realmente es que el Pater fue herido de gravedad en el frente de Granja de Torrehermosa, al explotar en el Cerro del Membrillero un obús que le produjo una conmoción visceral con hemorragia interna y abundante pérdida de sangre que casi le cuesta la vida, pese a ello rehusó ser evacuado hasta que decreció la intensidad del combate  Por esta acción recibiría el 22 de Agosto de 1938 la Medalla de Sufrimientos por la patria pensionada (BOE 53) con 2940 pesetas correspondientes a los 196 días de convalecencia y a una indemnización 1600 pesetas correspondientes al 40% del sueldo anual de Alférez, sujeta a una retención de 1.30% a favor del Estado.

De Granja de Torrehermosa, donde permaneció en el Hospital de campaña varias horas, fue trasladado a Azuaga, donde pernocta dos días, y de allí en el Tren Militar a Llerena, desde donde fue evacuado al hospital de la Cruz de Sevilla para terminar su convalecencia en el nº7 del Generalísimo de Cáceres, incorporándose a su unidad en Marzo de 1938.

El 14 de Agosto de 1937, con ocasión de la celebración de la toma de Badajoz, veremos a Juan Galán Bermejo en esta ciudad de frontera, donde pronuncio unas breves palabras ante la multitud que abarrotaba la plaza de San Juan. Por aquellos azares de la vida, ese día, se encontrará con Antonio Bahamonde. Este hecho dará lugar a que el exdelegado tiré nuevamente de imaginación para convertir un hola y un adiós en una conversación larga y tendida con el Capellán donde según Bahamonde llega a compartir hasta unas cervezas. Según palabras de Galán Bermejo: “No me lo ha presentado nunca el señor Gobernador de Badajoz, ni tengo la menor idea de haber hablado en ocasión alguna con dicho señor exdelegado, ni en esta ciudad (Badajoz) ni en otra parte”.

El 3 de Abril de 1937 fue agregado con el empleo de Alférez a la 11 Bandera del tercio. Terminada su convalecencia por las heridas sufridas en el sector de Granja de Torrehermosa es reclamado por el Coronel Jefe del 2º Tercio de la Legión, incorporándose a su unidad en marzo de 1938. En mayo de 1938 estaba dado de alta en el Regimiento de Caballería de Taxdir Nº7 a efectos del cobro de haberes. El 26 de Junio de 1938 es evacuado del frente de Peraleda del Zaucejo (Córdoba) al hospital de Pueblo Nuevo del Terrible (actual Peñarroya-Pueblo nuevo) por herida en maxilar superior. El 11 de Agosto de 1938 es destinado y pasaportado al tercer escuadrón del Regimiento Taxdir. A principios de septiembre de 1938 en el frente de Espiel caerá herido de nuevo, siendo pasaportado al hospital de Córdoba y Badajoz, donde permaneció casi cinco meses de baja. El 4 de Mayo de 1939 es dado de alta, siendo destinado como Capellán en la representación de la Legión de Talavera de la Reina. El 25 de octubre de 1939 pasa a prestar sus servicios “en comisión” en la Dirección General del Benemérito cuerpo de Mutilados de Guerra por la Patria, donde permaneció hasta finales de 1941.

Muchas son las anécdotas que podríamos anotar en su haber durante la contienda fratricida y que darían para un trabajo más extenso. Con el objeto de no cansar al lector anotaremos aquí solo un par de ellas.

En Talavera de Reina el periodista pro-nacional Manuel Sánchez del Arco da testimonio de la humanidad de Juan Galán Bermejo al anotar en su diario de campo como vio a este Capellán bautizar a un niño -llamado Genero Pedro- actuando de testigo el Teniente Luís Castaño. Igualmente el corresponsal Huber Renfro Knickerbocker de la INS, en el frente de Toledo nos expresa “Es un hombre popular entre la tropa y con los oficiales… todo el mundo lo ve de una manera afable…
En Casar de Escalona, cuando los milicianos aun no habían abandonado el pueblo, Juan Galán entró en su iglesia y de repente se vio rodeado por un grupo de escopeteros. Con solo dar el grito “A mi la legión” los milicianos pusieron pies en polvorosa.



Otra “batalla administrativa” dentro de la guerra civil


Aunque anecdótica no podemos dejar de mencionar un hecho que nos muestra el espíritu luchador e incansable de este Capellán Castrense que le llevo a iniciar una batalla administrativa en toda regla para que le reconocieran sus haberes como Alférez asimilado al extinto cuerpo Eclesiástico castrense. Todo ello pues como él mismo expresó: “….somos muchos hermanos, casi todos a mi cargo y a mi madre viuda pobre y que hasta la fecha solo ha vivido de lo que me hayan querido dar voluntariamente”.

El 8 de Agosto de 1937 elevó un escrito al Comandante Mayor de su Bandera (la 11º) con el objetivo de cobrar su primera paga desde mayo de 1937mas los atrasos que hubiera lugar. Se le reconoce inicialmente un sueldo de 200 Pesetas mensuales muy alejadas de las 608.14 pesetas que le hubiere correspondido de haber sido asimilado al capellán castrense procedente del extinto cuerpo Eclesiástico e incorporado al ejército rebelde.

No conforme con la paga asignada, comprobamos en su hoja de servicios innumerables escritos a las más altas instancias militares que son rechazados una y otra vez bajo el pretexto de que el clero secular incorporado voluntariamente al “alzamiento “ no pertenecía, stricto sensu, al clero castrense.
El 17 de Agosto de 1938 reclama gratificación de Oblatas desde Septiembre de 1936 a Septiembre de 1937 que le son reconocidas a tenor de 15 Pesetas mensuales.

Finalmente, en julio de 1940 ganó esta otra batalla y se le reconoció el sueldo de Alférez Provisional siéndole asignados unos atrasos de 7732 Pts., cifra nada desdeñable en aquella época y que vinieron a paliar la difícil situación por la atravesaba la economía familiar de su madre y hermanos. Como expreso A. Coll-Bizañes: “Teniendo en cuenta el interés de nuestro General Jefe (Millan Astray) por la cuestión, ya resuelta, del pago de los haberes atrasados que corresponden al Padre Capellán de esta Dirección General de Mutilados, BUEN LEGIONARIO, GLORIOSO CABALLERO MUTILADO DE GUERRA, Don Juan Galán Bermejo, se sirva indicarme si recibió un recibo por el importe de la liquidación de haberes a su favor. Este recibo lo envío el General (de Brigada) Ponte (Miguel Ponte y Manso de Zúñiga) a nuestro Coronel Fundador para su entrega al interesado, diciéndole que solo faltaba hacer este requisito para dejar solucionado este asunto y que tanta IMPORTANCIA PARA NUESTRO BUEN PATER, CUYA SITUACION ECONOMICA NO ES NADA DESAHOGADA, SINO AL CONTRARIO (Madrid 27/07/1940).

En diciembre de 1950 en el periódico Hoy, y con ocasión de una entrevista que le hizo el periodista local de Cáceres Narciso Puig Mejias, terminó la interviú con estas palabras, palabras que hago mías: ”QUE DIOS SEA ALABADO PUES POR EL SOMOS TODO Y A EL SE LO DEBEMOS TODO”. Esta es la verdadera semblanza del “Cura de Zafra”, ni más ni menos.

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Fuentes utilizadas

 

Hoja Parroquial de Santiago de Cáceres de 08/07/1921 nº 121.
MENDEZ VENEGAS, Eladio, Mártires y confesores de la persecución Religiosa en Badajoz ( 1931-1939) Badajoz 2004.
Revista Gráfica Fotos Nº 32, de 2 de Octubre de 1937
GRIMALDOS, Alfredo La Iglesia en España: 1975-2008, Barcelona 2008
Hispania Sacra - Volumen 42,Números 85-86 - Página 114
Instituto Enrique Flórez – 1990
Mundo Obrero 12/11/1938 página 1.
Boletín Oficial extraordinario con Motivo del Centenario del Nacimiento del Excmo. Rvdmo Sr.Obispo Dr. D. José Maria Alcaraz y Alenda, Obispado de Badajoz 1977
Archivo Eclesiástico del Ejercito de Tierra, Dirección Nacional de Asistencia al personal
De Rebus Hispaniae, 1 de Agosto de 1939.
Archivo Facultad de Comillas
BAHAMONDE Y SANCHEZ DE CASTRO, Antonio, Un Año con Queipo de Llano memorias de un nacionalista, Ediciones Españolas, 1938.
Diario HOY: 15/09/1934, 04/10/1935, 15/08/1937, 1/03/1944, 19/09/1944 ,22/11/1945, 21/12/1950 y 08/02/1973
WYDEN Peter, La Guerra Apasionada; Editorial: Martínez Roca
Revista Interviú, La Matanza Franquista en Badajoz por José Luis Morales y Rotha Mackey ,30/10/1980 página 47
KNICKERBOCKER Hubert Renfro, The siege of Alcazar, Rich & Cowan, ltd 1937 página 141.
SANCHEZ DEL ARCO, Manuel, Horas y Figuras de la Guerra Civil Ediciones Españolas, 1939, pagina 54.
TOVAR PATRON, Jaime Los Curas de la ultima Cruzada, Colección testimonio, 2001, pagina 604
B.O.E ,11/04/1937,04/08/1937 ,22/08/1938
A B C (Sevilla) 08/10/1937 y 09/10/1937
LA VANGUARDIA ESPAÑOLA28/07/1960
ARCHIVO GENERAL MILITAR DE AVILA
ARCHIVO DELA BRIGADA DELA LEGION“REY ALFONSO XIII” VIATOR (ALMERIA)
ARCHIVO INTERMEDIO MILITAR DE CEUTA.
CENTRO DOCUMENTAL DELA MEMORIA HISTORICA(SALAMANCA)
REGISTRO CIVIL DE MONTANCHEZ
REGISTRO CEMENTERIO DE BADAJOZ
REGISTRO CIVIL DE BADAJOZ
REGISTRO DEL CATASTRO DE BADAJOZ


Moisés Domínguez Núñez

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