viernes, 10 de agosto de 2012

FRANCISCO PILO ORTIZ - MOISÉS DOMÍNGUEZ NÚÑEZ - FERNANDO DE LA IGLESIA RUIZ: Badajoz, 1936: el gran timo de Jay Allen

En el presente trabajo vamos a destapar el gran engaño del periodista norteamericano Jay Allen [1] durante la Guerra Civil española, que se ha utilizado hasta la saciedad por una historiografía poco escrupulosa, más empecinada en asentar la leyenda de la supuesta matanza de Badajoz que en descubrir la verdad . Es este un resumen de la primera parte del capitulo que los autores dedicamos a este gran falsario en nuestra obra “La Matanza de Badajoz Ante los Muros de la Propaganda”[2]“.

De los muchos artículos que escribió Jay Allen durante la guerra, tres sobresalen por su importancia. El primero, la entrevista a Francisco Franco en Tetuán el 27 de julio de 1936; el segundo sobre las consecuencias de la toma de Badajoz; y el tercero, la entrevista al dirigente de Falange José Antonio Primo de Rivera en la cárcel de Alicante poco antes de ser ejecutado. El que más repercusión ha tenido y ha trascendido a nuestros tiempos ha sido sobre su imaginario viaje a Badajoz y los fusilamientos en su plaza de toros.

La crónica de Jay Allen y su autor


El 30 de agosto el Chicago Tribune publicaba el que será famoso artículo de Jay Allen, en el que podemos leer:
"Los «rojos» eran jóvenes, en su mayoría campesinos con camisa azul y mecánicos vistiendo monos de trabajo. Todavía los estaban reuniendo. A las 4 de la madrugada los hicieron entrar en la plaza por la puerta por donde solía entrar el desfile inicial de toreros. Dentro les esperaban las ametralladoras. Se dice que después de la primera noche la sangre alcanzó un palmo de espesor en el lado más alejado de la plaza. No lo dudo. Allí se asesinó a mil ochocientos hombres (había mujeres también) en unas doce horas. Hay más sangre que lo que uno pueda pensar en 1.800 cuerpos. Durante las corridas, cuando el toro o algún pobre caballo sangran mucho, aparecen los monosabios para esparcir arena limpia sobre la sangre. Pero en las tardes soleadas todavía puede olerse la sangre. Es un olor revigorizante. Los falangistas nos detuvieron en la entrada principal de la plaza y mis amigos hablaron con ellos. La noche era calurosa. Había un olor en el aire. No puedo describirlo y no lo describiré. Los monosabios tendrán mucho trabajo para hacer presentable la plaza para la siguiente corrida. En cuanto a mí, no volveré a ver una corrida. Jamás."[3]
El título de esta crónica era "Matanza de 4.000 personas en Badajoz, ciudad de los horrores". Antes de hacer un pormenorizado análisis de esta crónica, es necesario conocer la trayectoria y antecedentes, del que para algunos autores, es considerado como "el periodista mejor informado de la Guerra Civil Española".[4]

Crónica de Jay Allen en el "Chicago Tribune" (30-agosto-1936)


Jay Allen fue probablemente el propagandista, favorable al Gobierno frentepopulista, más activo y comprometido de entre los corresponsales extranjeros. Su crónica de la “matanza de Badajoz”, publicada el 30 de agosto de 1936 se convirtió en un clásico de la propaganda de atrocidades en manos de los partidarios de la República .

Comenzó a trabajar en la oficina en Paris del Chicago Tribune en 1924[5] y un año más tarde solicitó y consiguió ser corresponsal[6]. En 1930 se trasladó a Madrid, donde conoció por primera vez a Constancia de la Mora. A través de su amigo íntimo, que conoció en Paris, el pintor Luis Quintanilla, fue estableciendo gran amistad con destacados socialistas, como el futuro presidente, Juan Negrín, o Julio Álvarez del Vayo. A principios de 1931 incluso se llegaron a reunir algunos líderes del Partido Socialista en su propio apartamento mientras tramaban como derrocar a la Monarquía[7]. A principios de 1934 fue despedido del periódico por desavenencias con McCormick, su director. Como hacía poco tiempo que había heredado una suma de dinero, decidió dedicarse a recabar información sobre Manuel Godoy para escribir un libro[8].

Durante el fracasado golpe de Estado socialista de Octubre de 1934, el apartamento de Allen de la calle Alcalá de Madrid fue registrado, según la Guardia Asalto, por haberse hecho disparos de un francotirador desde la terraza de su apartamento[9]. Allen había escondido en su apartamento a los miembros del comité revolucionario Negrín, Araquistáin, Álvarez del Vayo y Llopis, y al dirigente minero asturiano Amador Fernández[10]. Otros dirigentes del comité revolucionario se esconden en el estudio de Luis Quintanilla, que son descubiertos y arrestados junto con el propio Quintanilla. La Guardia de Asalto también sospechaba de Allen, ya que sabía que algunos dirigentes socialistas visitaban frecuentemente su apartamento[11], y el 9 de octubre lo registraron infructuosamente, siendo detenido para ser interrogado, teniendo que intervenir en su liberación la embajada estadounidense[12].

Allen fue detenido dos semanas después como consecuencia del reportaje que escribió sobre la "represión" en Asturias en el Chicago Daily News, con "informaciones" procedentes de una entrevista que hizo a Indalecio Prieto[13] en su nuevo misterioso escondite. Fue puesto de nuevo en libertad sin cargos. El embajador americano Bowers escribió sobre este reportaje: "Allen me lo enseñó antes de enviarlo, haciendo caso omiso de mi recomendación de que no siempre podría sacarle de la cárcel"[14]. Allen abandonó su proyecto de Godoy y se dedicó de lleno a la "causa revolucionaria". Empezó a trabajar en un nuevo libro, titulado provisionalmente Revolt, centrado en la lucha agraria en el Sur, trasladándose a Torremolinos. Viajó por el sur de España[15] .Acompañado por Louis Fischer[16] llego a Extremadura en Abril de 1936 para recopilar material, colaborando estrechamente con su amigo Negrín, involucrándose dentro de las disputas internas de los socialistas, una vez ganadas las elecciones el Frente Popular.

Nada más comenzar la Guerra Civil, tan pronto como se enteró de la noticia del golpe, partió de Torremolinos a Gibraltar: “Sencillamente quería llegar a Gibraltar para averiguar qué sucedía y presentarme ante el News Chronicle, de Londres, que me había pedido que informara para ellos en el caso de que se produjera la anunciada rebelión”[17]. También envió un cable desde Gibraltar a su antiguo periódico, el Chicago Tribune[18]: "Empezó la guerra. Me gustaría cubrirla". El Tribune respondió: "Cúbrala para nosotros”. Allen estuvo transmitiendo desde Gibraltar sus crónicas desde el 19 de julio, hasta que el día 25 de julio recibió sorprendido la llamada de un oficial, que le indicaba que se le autorizaba para hacerle una entrevista en Tetuán al General Franco. Al día siguiente cogió el buque correo Gibel Dersa de Gibraltar a Tánger, y de allí se dirigió a Tetuán. En la mañana del 27 de julio realizó la entrevista[19]. Regresó a Tánger y el día 30 de julio ya estaba de nuevo en Gibraltar.

A partir de entonces en cada una de las crónicas que enviaba, hacía énfasis en la importancia que estaba teniendo los aviones alemanes e italianos en el paso de material de África a la península y en el avance de las tropas rebeldes por tierras extremeñas. Sus crónicas, desde Gibraltar, fueron adquiriendo, cada vez más, un mayor compromiso con el gobierno frentepopulista. Ante las continuas denuncias que desde algunos diarios, sobre las compras a escondidas de material de guerra por parte del Gobierno de la República, Allen continúa exagerando la llegada de aviones a los rebeldes: “40 aviones Caproni llegaron en barco a Cádiz procedentes de Italia y está siendo transportados en camiones a Sevilla para ser montados y entonces serán enviados a las fuerzas de 12.000 Moros y legionarios que avanzan hacia Mérida y Badajoz[20]”. Ni eran 40 aviones, ni eran Caproni. Los enviados de Franco a Italia, efectivamente estaban intentando comprar aviones Caproni 101, pero los que llegaron a Cádiz el 10 de agosto en el Usaramo eran 10 Junkers-52 alemanes. Allen también multiplica por 4 las fuerzas rebeldes que estaban operando en Extremadura.

Al igual que su compañero del News Chronicle, Arthur Koestler, enviado por Willi Münzenberg, jefe de los servicios de propaganda del KOMINTERN, para "investigar" la ayuda alemana e italiana, Allen se dispuso a hacer un viaje a Lisboa para conseguir más indicios sobre esta ayuda.

Jay Allen en Portugal


El miércoles 19 de agosto, Allen viajó a Tánger, para desde allí poder volar a Lisboa al día siguiente. Koestler compró el ticket para embarcar en el Almanzora con destino a Lisboa el día 20 de agosto[21]. Para poder volar a Lisboa tuvo que coger el Fokker, con capacidad para 6 pasajeros, de la compañía Aero-Portuguesa que hacía el trayecto semanal Tánger-Lisboa que salía todos los Jueves de Tánger a las 8:30 horas y aterrizaba en Lisboa a las 11:30 horas, y que regresaba los Sábados, partiendo de Lisboa a las 13 horas y llegando a Tánger a las 16:00 horas[22].

 Allen, nada más llegar a Lisboa el día 20 de agosto, se dirige a la embajada española a entrevistarse con el embajador Claudio Sánchez-Albornoz, y "compartir" información. “ Cuando llegó a Lisboa, estaba despavorido y asqueado. Jay Allen preguntó a Sánchez-Albornoz qué barbarie ancestral había estallado “[23]. Sobre esta visita de Allen, Sánchez-Albornoz escribiría incrédulo en su "anecdotario político" como Allen le dijo en esta entrevista que venía a "pedirle y darle informes", diciendo que había visto "torear a los diputados socialistas de Badajoz"[24]. El 31 de agosto Sánchez-Albornoz daba cuenta en un informe al ministro de Estado en Madrid de los "frutos magníficos" de los contactos con periodistas: "Imposibilitados para reaccionar directamente contra la campaña antigubernamental hemos logrado ponernos en contacto con el mundo y a base de nuestras informaciones entrar en relación con "News Chronicle", "Chicago Tribune", "L'Intransigeant" y la "United Press", habiendo visto ya el fruto magnífico obtenido de estas relaciones."[25]

Allen debió leer los periódicos de Lisboa, de los cuales pudo tomar numerosas notas, y junto con las informaciones de Sánchez-Albornoz y la llegada de los mercantes alemanes a Lisboa el 21 de agosto, colmaban con creces el objetivo con el que viajó a Lisboa: Badajoz y la ayuda de Portugal a los rebeldes para recibir envíos de Alemania.

Según los horarios expresados, Allen regresó a Tánger el sábado 22 de agosto en el vuelo que partía de Lisboa a las 13 horas. Poco antes de partir este vuelo, aterriza en el aeródromo el periodista americano H. R. Knickerbocker[26], procedente de Burgos, reconociendo a su amigo Jay Allen entre los pasajeros que iban a subirse en el avión de la compañía Aero-Portuguesa: "Un avión portugués estaba a punto de salir para Tánger y entre sus pasajeros me encontré con un amigo que acababa de salir de Badajoz, la ciudad amurallada española de la frontera portuguesa que fue tomada por los Nacionales con la Legión extranjera después de los más encarnizados combates de la guerra. Mi amigo me dijo que una estimación de dos mil muertos en los enfrentamientos y las ejecuciones posteriores sería el mínimo".[27]

Como vemos, al igual que le dijo al embajador, también miente a Knickerbocker, diciéndole que había estado en Badajoz. Al llegar a Tánger a las 16 horas debió tener el tiempo justo para poder volver a Gibraltar en barco, desde donde sólo pudo transmitir una escueta crónica donde informaba de la llegada del vapor alemán Kamerun la noche anterior a Portugal[28]. Al día siguiente, 23 de agosto, volvió a Tánger desde donde transmitió más detalladamente su viaje a Lisboa: "He salido de Lisboa por aeroplano para escribir esto. Los despachos no escapan a la censura durante nueve o diez horas en de la capital portuguesa, y ningún envío parece escapárseles aun cuando no tenga el menor interés. Volé a Lisboa el jueves con dos cosas en mente. El primero debía tratar de echar un vistazo en Badajoz, donde se llevo acabo hace diez días la mayor matanza de esta guerra civil sangrienta, y el segundo era comprobar si eran ciertos rumores alarmantes sobre la neutralidad portuguesa….." [29]

La crónica de este viaje a Lisboa tenía previsto enviarla en dos partes. La segunda parte, que quiso enviar el día 24, no llegó al Chicago Tribune, teniendo que reenviarla días después. En una nota insertada por el periódico el día 29 de agosto, que fue cuando se pudo publicar, nos indica lo sucedido: "El siguiente artículo complementa uno acerca de Portugal en la guerra civil española, enviado por el Sr. Allen desde Tánger el 23 de agosto y publicado en el Chicago Tribune el 24 de agosto[30]. En lo que respecta al siguiente envío, el Señor Allen dice: 'Estoy reenviando historias que desaparecieron entre mi hotel y la oficina de correos (que también es la oficina de envíos de cables) al día siguiente del envío de la primera historia. Estoy investigando.'"[31].

En esta segunda crónica de su viaje, continuó escribiendo sobre "las ayudas y facilidades" que estaba dando el gobierno de Salazar a Franco para recibir envíos procedentes de Alemania, mezclando continuamente "medias verdades" con falsedades y exageraciones. Sirva como ejemplo: "Otro incidente de neutralidad portuguesa; la noche antes del último y feroz bombardeo que causó la caída a Badajoz, tres trimotores Junkers (fabricados en Alemania) aterrizaron en un campo a 1.000 metros dentro de la línea portuguesa cerca de Caia, cargaron las bombas y despegaron para castigar la ciudad."

Sánchez-Albornoz, en realidad sólo le informó que en una propiedad situada a mil metros al Sur del puesto portugués de Caia, aterrizaron y pernoctaron en territorio portugués, la víspera de la entrada de los rebeldes en Badajoz, tres aviones rebeldes, que la madrugada siguiente levantaron vuelo para bombardear la ciudad[32].

Estos tres aviones no eran Junker alemanes, ni cargaron bombas, como dice Allen, en realidad eran los tres Breguet XIX españoles de la base Tablada que estaban apoyando el intento de asalto fallido a Badajoz del día 13 de agosto, que al no poder aterrizar en el campo de aterrizaje de Badajoz, las Bardocas, y hacerse de noche, lo hicieron junto a la frontera. Terminaba el artículo anunciando que al día siguiente, 25 de agosto, la crónica versaría sobre Badajoz: "Es debido a este vuelo que soy capaz de contar esta historia, y otra, muy negra, mañana."

Esta segunda crónica de su viaje a Lisboa fue "interceptada" en Tánger, entre su hotel y la oficina de correos y cables, y tuvo que rescribirla y volver a mandarla al Chicago Tribune. Pero su crónica de este día 24 de agosto sí llegó a su otro periódico, el News Chronicle, ya que no la envió desde Tánger, sino que se desplazó a Rabat, en el protectorado francés, desde donde la envió.

La única explicación que tendría sentido para hacer esto, podría ser que Allen sabía que las comunicaciones enviadas desde Tánger no eran seguras y fue por ello por lo que se desplazó a suelo francés para poder comunicarse de manera segura con Paris, posiblemente a la oficina de Willi Münzenberg y Otto Katz. En la crónica de Allen del día 24 de agosto, publicada el día 25 en el News Chronicle, podemos leer: "Antes del último feroz bombardeo de Badajoz, que culminó con su captura, tres aviones Junker rebeldes aterrizaron en un prado de Caia, en territorio portugués. Allí le fueron sustituidas las ruedas y los aviones fueron cargados con bombas. A continuación despegaron para bombardear Badajoz".[33] Como vemos un párrafo bastante parecido a la crónica rescrita del día 24 publicada el día 29 de agosto en el Chicago Tribune pero en la crónica del News Chronicle podemos seguir leyendo:
"En un café de Lisboa un oficial portugués retirado dijo: 'Nuestra policía esta devolviendo refugiados para ser fusilados'. Determinado a averiguar la verdad, conduje hasta Elvas, una ciudad y fortaleza portuguesa en la frontera, a 12 millas de Badajoz. En Montemor Novo, un portugués enarbolando una bandera rebelde. En la ciudad de Extremoz, pasé un cargamento de los rebeldes; había oficiales rebeldes y hombres en un hotel. A la llegada a Elvas supe que una hora antes tres rebeldes armados uniformados, acompañados por un teniente portugués, habían conducido hasta la ciudad y, con revólveres, habían entrado en el hospital. Estaban buscando al Señor Granados, el Gobernador Civil Republicano de Badajoz, que había buscado asilo en Portugal dos días antes que la ciudad fuera tomada por los rebeldes. Se aproximaban a la habitación del señor Granados cuando fueron parados por el director del hospital, que les pidió que se fueran. Lo hicieron. El Jueves el señor Madroñero, un republicano de Badajoz, y el señor Nicolás de Pablos, diputado socialista por Badajoz, los cuales huyeron a Campo Mayor, la cercana ciudad portuguesa, fueron entregados a las tropas de Franco por la policía portuguesa. El señor Narciso Vázquez, otro diputado socialista por Badajoz, también buscó refugio en Campo Mayor, está aún allí, gracias a los esfuerzos de un familiar portugués. Me dijeron en Elvas que cuarenta milicianos marxistas que habían escapado de la masacre de Badajoz cruzando la frontera habían sido devueltos y fusilados. Dos días después de la toma de Badajoz, 400 refugiados -hombres, mujeres y niños- fueron escoltados de vuelta a España por la caballería portuguesa. Su destino se desconoce. Cuando la policía intentó sacar a cinco oficiales leales que habían sido internados en los cuarteles de Elvas con la intención de entregarlos a los rebeldes, las tropas portuguesas les amenazaron con intervenir. La policía se retiró."[34]
Como vemos, Allen no dice nada de haber ido a Badajoz, sino a Elvas, a buscar información. Allen ni siquiera llego a viajar a Elvas, ya que estas informaciones que publica, bien pudo saberlas a través del embajador. Ya comentaremos más adelante estas informaciones que da Allen, ya que las utiliza en su imaginario viaje a Badajoz que envió posteriormente al Chicago Tribune. Allen aprovechó la interceptación de esta crónica en Tánger para reescribirla en dos entregas, la segunda de las cuales con una clara influencia de la senda marcada por su amigo Indalecio Prieto en su artículo "La plaza de toros de Badajoz, circo romano"[35].

Una crónica clave en la guerra de la propaganda


Allen en la tercera parte de su crónica para el Chicago Tribune, para dar más credibilidad quiso ser "testigo", aunque realmente las informaciones las había obtenido de la prensa de Lisboa y del embajador Sánchez-Albornoz, pero se encontraba con el dilema de que también quería decir que fue testigo de la llegada de los mercantes alemanes Wigbert y Kamerun a Lisboa el día 21 de agosto.

Aprovechó el contratiempo, de que esta crónica se había perdido en el trayecto de su hotel a la oficina de correos y cables de Tánger, para cambiar la fecha de su virtual viaje, pero dando un pasito más y llegando hasta el mismísimo Badajoz y su plaza de toros, quizás evidenciando algo de "envidia" al leer las crónicas de los periodistas y no haber podido estar presente. De esta manera podría añadir un mayor dramatismo y dar rienda suelta a su imaginación en los detalles más luctuosos. Solo tenía que encajar las informaciones que ya adelantó el día 23 desde Tánger (entrega de refugiados, fusilamiento de Nicolás de Pablos y Sinforiano Madroñero, y los 4.000 muertos).

Desde un punto de vista mediático fue un rotundo éxito, ya que esta crónica es, quizás, una de las más famosas de la guerra española y fue una de las piezas claves en la Guerra de la Propaganda de atrocidades. Como predijo Westbrook Pegler[36], en su muy influyente columna publicada el 4 de septiembre, sería eficaz para contrarrestar la campaña de divulgación de atrocidades del "Terror Rojo" por parte del bando rebelde: "Esta historia debería ser una manera importante de contrarrestar la propaganda fascista que ha tratado de decirnos que, sólo, los republicanos eran capaces de cometer atrocidades, y que representaba a los rebeldes como nobles cruzados con una impronta santa de castigar a los infieles de Moscú." [37]

Aunque hasta ahora, no se ha hecho un mínimo análisis de su contenido, en el que Allen, no sólo relata cosas difíciles de creer (por no decir increíbles), sino que comete errores de bulto al malinterpretar (siendo benévolos) y mezclar sucesos de diferentes lugares (Badajoz-Almendralejo), e incluir sucesos, que si nos atenemos a los momentos que él dice que transcurre su "aventura", no pudieron ocurrir, por la sencilla razón de que se adelanta en el tiempo (toma de Barcarrota), o que ocurrieron antes de lo que él dice (detención y fusilamiento de Nicolás de Pablos y Sinforiano Madroñero).

Como toda buena crónica o trabajo que se realiza con el fin de conseguir unos objetivos propagandísticos, que consiga influenciar a la opinión pública, es necesario rodear las falsedades y medias verdades, con detalles aparentemente fehacientes que den un aspecto de veracidad a la historia, pero la historia de Allen no se sostiene por ningún lado, pero sorprendentemente a sobrevivido hasta nuestros días.

Vamos a ir analizando diferentes partes de la famosa crónica publicada el 30 de agosto[38]:

Está fechada en Elvas el 25 de agosto, y según sus propias palabras la escribió a las 4 de la madrugada en la pensión Central de Elvas[39]. A lo largo de este capítulo hemos ido describiendo los movimientos de Allen, y como hemos podido comprobar, llegó a Lisboa en el vuelo de la compañía Aero-Portuguesa, procedente de Tánger, en la mañana del jueves día 20 y tuvo que regresar a Tánger necesariamente el sábado día 22, que era cuando regresaba dicho vuelo. Las primeras informaciones "obtenidas" de su viaje, Allen, las envía ese mismo día 22 desde Gibraltar, y con más detalle al día siguiente, 23 de agosto, desde Tánger. Pero el transcurrir de su "viaje" a Badajoz, según cuenta Allen en esta crónica, comienza en Lisboa… 
"Si quiero empezar por el principio, diré que ya en Lisboa había oído siniestros rumores. Allí todo el mundo espía a todo el mundo. Cuando salí de mi hotel a las cuatro de la tarde del 23 de agosto, dije que iba a Estoril para probar suerte en la ruleta. Varias personas tomaron nota de mis palabras, y espero que hayan disfrutado de su velada en Estoril. En vez de eso, fui a la plaza del Rocío. Cogí el primer taxi que encontré y le hice dar vueltas y vueltas hasta encontrar a un amigo portugués muy bien informado. Cogimos el ferry que cruza el Tajo. Una vez al otro lado, le dijimos al conductor: -A Elvas. Nos miró algo sorprendido. Elvas está a 250 kilómetros de allí. Recorrimos un atractivo paisaje campestre de colinas, alcornoques, campesinos canosos y mujeres con sombrerito hongo. Eran las 8:30 cuando ascendimos la colina que lleva a Elvas, «la cerradura que nadie ha podido abrir». Pero Elvas ya sabe lo que es la humillación."
Allen, estaba el día 23 de agosto en Tánger. En su crónica de ese día, cuenta que viajó el jueves 20 a Lisboa y que había tenido que regresar a Tánger debido a la “censura”. Por lo tanto es obvio que no es posible que realizara este “viaje” el día 23 de Lisboa a Elvas. Incluso en la crónica del día 24, que también la envía desde Rabat, dice que sólo hay un avión semanal de Lisboa a Tánger.

Aparte de lo que le pudo contar el embajador en Lisboa Sánchez-Albornoz y las “informaciones” de Indalecio Prieto (como ya hizo en octubre de 1934), Allen utiliza lo publicado en la prensa para “construir” su crónica, lo que le hace mezclar los sucesos de Almendralejo con los de Badajoz. Allen "confunde" la torre de la Catedral de Badajoz con la Torre de la Iglesia de Almendralejo: “Fuimos directos hasta el centro de Badajoz. Estas son mis notas: la catedral está intacta. No, no lo está. Al pasar junto a ella en coche veo que ha desaparecido una parte de la torre cuadrada. —Los rojos tenían allí ametralladoras y nuestra artillería se vio obligada a actuar —dijeron mis amigos.” Y en este caso "confunde" la torre de Espantaperros de Badajoz nuevamente con la Torre de la Iglesia de Almendralejo: “Las enormes paredes del Alcázar asoman al final de la calle de San Juan. Fue allí donde los defensores de la ciudad, refugiados en la torre de Espantaperros, fueron asfixiados con humo y tiroteados.”[40].

Siguiendo con las "confusiones" Almendralejo-Badajoz, veamos ahora el asunto del derechista "Almendra Lejo", cuando compara sus 4.000 muertos con los "horrores" del otro bando hicieron en Badajoz:
"Sé que en el otro bando también han tenido lugar muchos horrores. Almendra Lejo, derechista, fue crucificado, empapado en gasolina y quemado vivo. Conozco a gente que ha visto los cuerpos carbonizados. Lo sé. Sé que han muerto cientos, incluso miles, de personas a manos de las masas vengativas. Pero también sé quién se alzó para «salvar España» provocando así que las masas se encarnizaran en una defensa tan valiente como salvaje. De todos modos, ahora estoy informando sobre Badajoz, donde, durante el asedio, se ejecutaba cada día a una media docena de derechistas, pero, aún así..."
El error de escribir "Almendra Lejo" por Almendralejo ya lo tuvo "casualmente" antes el Manchester Guardian el 15 de agosto[41].

Huellas de los asesinatos cometidos por los frentepopulistas en la cárcel de Almendralejo (Badajoz)
Otra de las “licencias” que se tomó en su “retoque”, para hacer más énfasis sobre como “Los Rojos sufren el rigor de la Justicia” fue: “Oí por la radio al general Queipo de Llano decir que habían tomado Barcarrota y que trataron a los rojos con «el rigor de la justicia»” Al principio de la crónica, dice que la estaba escribiendo a las 4 de la madrugada del día 25 de agosto, pero difícilmente pudo oír a Queipo de Llano hablar de la toma de Barcarrota la noche anterior, ya que, Barcarrota se tomó el día 25 de agosto y ni tan siquiera… ¡se había ocupado todavía a esa hora! Allen no se pudo resistir hacer mención a Barcarrota, lugar donde en Abril había asistido junto con Louis Fischer a un mitin de Margarita Nelken.[42].

Aprovechando también los recuerdos que tenía de su visita a la oficina de la Delegación Provincial de la Reforma Agraria de Badajoz, insinúa el fusilamiento de Jorge Montojo: "Pasamos junto a la oficina de la reforma agraria, donde conocí al ingeniero Jorge Montojo el pasado mes de junio, que se ocupaba de redistribuir las tierras, ganándose el odio de los terratenientes, además de la enemistad de los socialistas por actuar como un técnico, siguiendo cánones legales estrictamente burgueses. Había tomado las armas para defender a la República, así que..." El ingeniero agrónomo Jorge Montojo Surera, Jefe de la Delegación Provincial de la Reforma Agraria en Badajoz durante la primavera de 1936, no fue fusilado como insinúa Allen, participó en la guerra como teniente de Artillería en el bando Nacional[43].

Otros "errores" o "descuidos" que cometió Allen al reescribir la crónica, fue el no cambiar el tiempo transcurrido desde que sucedieron algunos hechos hasta que realizó su imaginario viaje. Recordemos que el imaginario viaje que tenía escrito en la crónica que se perdió era el 21 de agosto. Al principio de la crónica publicada el 30 de agosto dice que: "Habían pasado nueve días desde la caída de Badajoz el 14 de agosto" Es decir, los 9 días que hay entre el día 14 y el 23 de agosto. Pero más adelante dice varias veces que había pasado una semana: "Llegamos a la puerta de la Trinidad atravesando las antaño invencibles fortificaciones. La luna lo iluminaba todo. Una semana antes, entró por ella un batallón de 280 legionarios." "Allí podía verse la marca azul y negra de la culata de un rifle. Seguía siendo visible una semana después." "Los portugueses llevan toda la semana comprando relojes y joyas por prácticamente nada."

Este "error" de dos días, que no corrigió al reescribir la crónica, de las informaciones que había obtenido de la prensa portuguesa, se repite con las informaciones que le dio el embajador Sánchez-Albornoz sobre el gobernador Granados, el alcalde Madroñero y el diputado de Pablos. El intento de secuestro del gobernador Granados lo sitúa el mismo día que supuestamente dice que él llega a Elvas, es decir, el 23 de agosto, cuando en realidad se produjo dos días antes, y el secuestro y fusilamiento del alcalde Madroñero y el diputado de Pablos lo sitúa un día antes de su supuesta llegada, es decir, el día 22 de agosto, cuando en realidad fue el día 20. Recordemos que estas informaciones las puso en su crónica del día 24 que envió desde Rabat, en el protectorado francés, cuando supuestamente estaba en Badajoz, pero con las fechas correctas.

A parte de seguir "errando" en el "Ayer tuvo lugar…", sobre los fusilamientos del día 20 de agosto, de los ya nos había escrito en su crónica enviada el día 23 desde Tánger, Allen los "novela" diciendo que se produjeron en la plaza de San Juan "al son de una banda de música y demás fanfarria, ante 3.000 personas": "Ayer tuvo lugar allí un fusilamiento ceremonial, simbólico. Siete importantes miembros del Frente Republicano fueron fusilados al son de una banda de música y demás fanfarria, ante 3.000 personas. Todo ello para probar que los generales rebeldes no fusilan sólo a obreros y campesinos; con el Frente Popular no hay favoritismos que valgan." Este fusilamiento de dirigentes, que habían formado parte del Frente Popular, no se produjo en la plaza de San Juan, sino en el lugar denominado "El Frontón", que era el lateral de la rampa de acceso exterior del cuartel de la Bomba, que facilitaba el paso hacia el cuartel de Menacho. Tras este fusilamiento se realizó una Parada militar. Se llegó a publicar un bando en el periódico HOY, que se repartió esa misma tarde, titulado "Se ha hecho justicia con los cabecillas".

En cuanto a la entrega de otros refugiados frentepopulistas, Allen escribió: "El martes, escoltaron a 40 refugiados republicanos hasta la frontera de España. Treinta y dos de ellos fueron fusilados a la mañana siguiente." Vuelve a confundirse por dos días. No fue el martes sino el jueves. Los rumores de la entrega de estos 40 refugiados llegaron a oídos del embajador Sánchez-Albornoz. Antonio Alor, presidente de la Agrupación de Mérida, que estuvo preso en el "Fuerte de Gracia" de Elvas, informó a Francisco Largo Caballero que "esta versión de los fusilamientos ha sido manifestada y comentada por sargentos y oficiales de este Fuerte"[44]. Nada más llegar a Tarragona en el Nyassa, vuelve a escribir a Largo Caballero, afirmando que los 40 hombres, entre ellos iba un hermano suyo, habían sido "fusilados en Badajoz, ya que la repatriación donde han venido de todas partes de Portugal; ellos no han venido."[45]. Sólo hemos podido encontrar posibles pruebas de 3 de los 40 nombres, que adjunta Alor en su carta, fueran entregados el jueves día 20 de agosto a las 3 de la madrugada y fusilados en Badajoz[46]. De todas maneras, no le debieron ser suficientes estos rumores, así que Allen añadió de su cosecha: "Cuatrocientos hombres, mujeres y niños fueron conducidos con una escolta de caballería desde el puesto fronterizo de Caia hasta las líneas españolas. Cerca de 300 de ellos fueron ejecutados."

Sobre el periodista del Diario de Noticias Mario Pires, escribió lo siguiente: "En la plaza de toros, Mario Pires perdió la cabeza durante las ejecuciones. Intentó salvar a una preciosa niña de 15 años a la que sorprendieron con un rifle en la mano. El moro fue inflexible. Mario vio como la disparaban. Ahora Mario está recibiendo cuidados médicos en Lisboa." En ninguna de las crónicas de Mario Pires hay una referencia a esta niña de 15 años, ni presenció fusilamientos. Mario Pires regresó a España el 23 de septiembre de 1936, para seguir cubriendo la Guerra Civil para el Diario de Noticias, estableciéndose primeramente en Salamanca, viajando después a Zaragoza, Huesca, Toledo… La procedencia del bulo sobre Mario Pires seguramente proviene de un informe titulado "Actitud de Portugal frente a la Guerra de España", en el que se expresa: "El enviado especial de O Seculo y Diario de Lisboa, periodista Mario Pires, hubo de ingresar de su viaje de información a Badajoz tan horrorizado e intensamente impresionado, por la furia criminal de los legionarios y moros durante la toma de aquella ciudad y en las horas que sucedieron, que el desgraciado hubo de ser recluido en el sanatorio de San José, presa de un ataque de locura"[47]. Cosa que no es cierta. Allen después lo mezcla con los rumores de que un hombre de Badajoz intervino a favor de una chica comunista de quince o dieciséis años, y que después de prometerle que respetarían su vida, la fusilaron, y que a consecuencia de ello sufrió un ataque de locura, e ingresó en una cínica mental de Sevilla.[48].

Otra de las licencias que se tomó Allen, inspirada en la quema de cuerpos que se produjo el día 16 de agosto en el cementerio, fue decir que, en la madrugada del 25 de agosto, desde la azotea de la Pensión Central de Elvas podía ver como aún estaban quemando cuerpos: "Subí a la azotea para mirar atrás. Vi fuego. Están quemando los cuerpos".

Ahora vayamos con lo que realmente tuvo más repercusión en la "Guerra de la Propaganda" y que ha pasado a la posteridad, que son el "dónde", el "cómo" y el "cuánto" de los fusilamientos o "masacre" de Badajoz.

En cuanto al "cómo" y el "dónde", Allen escribió: "Los «rojos» eran jóvenes, en su mayoría campesinos con camisa azul y mecánicos vistiendo monos de trabajo. Todavía los estaban reuniendo. A las 4 de la madrugada los hicieron entrar en la plaza por la puerta por donde solía entrar el desfile inicial de toreros. Dentro les esperaban las ametralladoras." Ningún periodista había hablado hasta ahora de ametralladoras, y todas las fuentes informaban que los fusilamientos se habían producido en la Plaza de San Juan, y no en la Plaza de Toros. Esto se lo debemos a las informaciones de su amigo Indalecio Prieto, que dijo: "En Badajoz, a los prisioneros se les encerró en los corrales de la plaza de toros, y obligados luego a salir al ruedo por la puerta de chiquero, cuando aparecían en el redondel, desde tendidos, gradas y palcos los ametrallaban los facciosos."[49].

Con respecto al "cuánto", Allen sobre los primeros fusilamientos de la plaza de toros escribió: "Se dice que después de la primera noche la sangre alcanzó un palmo de espesor en el lado más alejado de la plaza. No lo dudo. Allí se asesinó a mil ochocientos hombres (había mujeres también) en unas doce horas. Hay más sangre que lo que uno pueda pensar en 1.800 cuerpos." Allen tenía que superar las exageraciones anteriores. Todas las fuentes, excepto Berthet, apuntan inicialmente que el número de fusilamientos, del día 14, fueron alrededor de 80. Berthet cifra estos fusilamientos en 300, de los 1.200 muertos que él dice que hubo en total debido a la toma de Badajoz. Al final entre el sensacionalismo y la propaganda se convirtieron en 1.200 fusilados. Allen fue aún más lejos, llega a los 1.800. Después de los fusilamientos iniciales Allen dijo: "Desde entonces, cada día se ejecuta a 50 o 100 personas" Y haciendo cuentas del total hasta su "viaje": "Cuatro mil hombres y mujeres han muerto en Badajoz desde que los moros y los legionarios rebeldes del general Francisco Franco treparan sobre los cuerpos de sus propios muertos para escalar las murallas tantas veces empapadas en sangre."

Los 4.000 muertos de Allen, que ni sumando sus propias cuentas, es decir, 1.800 iniciales más entre 50 y 100 diarias sale la cuenta, pasaron a la posteridad gracia a la incipiente Propaganda de Atrocidades y a la posterior historiografía antifranquista. Seguramente Allen pensaba que la cifra que estaban dando algunos medios era verdadera, y que no estaba ya enormemente exagerada, así que pensó que su cifra sería mas impactante.

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[1] Nacido en Seattle, Estados Unidos, el 7 de julio de 1900 y fallecido el 24 de diciembre de 1972. Hijo de un abogado de Portland, Allen se graduó como periodista en la Universidad de Harvard.
[2] Edita Libros Libres ,2010.
[3] Crónica de Jay Allen “Slaughter of 4,000 at Badajoz, 'City of Horrors,' Is Told by Tribune Man” de 25 de agosto de 1936. Chicago Tribune, 30 de agosto de 1936, página 2. [4] Esta afirmación fue hecha por su amigo John T. Whitaker en su libro We cannot escape History, Macmillan, Nueva York , 1943. La han repetido después autores como Paul Preston y Francisco Espinosa Maestre. [5] Sustituyó a Ernest Hemingway -a quien le unía una gran amistad- como corresponsal en París del Chicago Tribune.
[6] Artículo de Alden Whitman titulado "Jay Allen, News Correspondent In Trenchcoat Tradition, Dead", The New York Tribune, 22 de diciembre de 1972.
[7] PRESTON, PAUL "Idealistas bajo las balas". Debate 2007. Página 350-353. El escritor Gerald Brenan, gran amigo de Jay Allen, escribió en sus memorias que Allen "por ser socialista y hablar el español de corrido, había llegado a ser amigo y confidente de Largo Caballero y Álvarez del Vayo y estaba en condiciones de contarme muchas cosas sobre ellos y sobre sus planes revolucionarios" (BRENAN, GERALD "Memoria Personal 1920-1975".Alianza Tres, Madrid 1973, traducción al español de "Personal records 1920-1976". Jonathan Cape, Londres 1974).
[8] PRESTON, PAUL "Idealistas bajo las balas". Debate 2007. Página 353.
[9] BOWERS, CLAUDE G. "My Mission to Spain Watching the Rehearsal for World War II". Published by Simon and Schuster, New York, 1954. Páginas 101-103.
[10] PRESTON, PAUL "Idealistas bajo las balas". Debate 2007. Página 353.
[11] Crónica del New York Times "Azaña to Be Tried In Spain's Capital", 11 de octubre de 1934, página15.
[12] Noticia del New York Times "American Writer Held In Spain", 10 de octubre de 1934, página 10.
[13] Dirigente histórico socialista tuvo una participación muy activa en el golpe de Estado de 1934. Tuvo agrias disputas con Largo Caballero por el liderazgo del PSOE.
[14] BOWERS, CLAUDE G. "My Mission to Spain Watching the Rehearsal for World War II". Published by Simon and Schuster, New York, 1954. Páginas 101-103.
[15] Así lo encontramos en el pueblo Manchego del Toboso tomando notas para su libro.
[16] Escritor y periodista americano estuvo destinado como corresponsal en Alemania y la Unión Soviética. En la primavera de 1933 hizo campaña en Estados Unidos pidiendo el reconocimiento diplomático de la URSS. Durante la Guerra Civil española fue miembro de las Brigadas Internacionales. A partir de la primavera de 1937 fue colaborador de Otto Katz, mano derecha de Willi Münzenberg.
[17] PRESTON, PAUL "Idealistas bajo las balas". Debate 2007. Página 358.
[18] Artículo de William Fulton. “Tribune Checks Files On Former Aids Turner Foes”. Chicago Tribune 24 de Mayo de 1942 página 3.
[19] La entrevista a Franco de Jay Allen fue publicada en el Chicago Tribune y News Chronicle los días 28 y 29 de julio de 1936. La animadversión de Allen a los sublevados queda patente con el tipo de preguntas inducidas y la interpretación posterior del periodista, describiendo a Franco como "otro enano que quiere ser dictador". Allen ya no volvería a visitar la zona controlada por los sublevados.
[20] Ibídem
[21] KOESTLER, ARTHUR "Spanish Testament". Victor Gollancz 1937, pág. 18.
[22] Horarios extraídos de la Revista Flight de 1936 (Lisbon Service Resumed).
[23] Memorias Inéditas de José Antonio Primo de Rivera. Carlos Rojas, edita Planeta 1977.pág 118
[24] SÁNCHEZ-ALBORNOZ, CLAUDIO. Del capítulo titulado "Barbarie", en "De mi anecdotario político". Ed. Losada, Buenos Aires 1972.
[25] Informe de 31 de agosto de Claudio Sánchez-Albornoz al Ministro de Estado en Madrid. AMAE RE-35, carpeta 42 publicada en Claudio Sánchez-Albornoz, páginas 130-145.
[26] Hubert Renfro Knickerbocker trabajaba para la agencia International News Service. Utilizaba una pequeña avioneta “Leopard Moth” para desplazarse por España y Portugal .
[27] KNICKERBOCKER, H. R. "The siege of Alcazar. A war-log of the Spanish revolution", Hutchinson & Co., Londres, página 18.
[28] Crónica de Jay Allen “Portugal Lets Nazi Ship Unload Arms for Spain” de 22 de agosto de 1936. Chicago Tribune, 23 de agosto de 1936 pág. 14
[29] Crónica de Jay Allen “Ship German Guns to Rebels” de 23 de agosto de 1936. Chicago Tribune, 24 de agosto de 1936, pág. 1
[30] Curiosa capacidad de bilocación. Esta es una prueba fundamental que demuestra que Jay Allen en ningún momento estuvo en Badajoz, porque, según él, su visita la realizó el día 23, pero como podemos ver, ese día estaba en Tánger, por lo que difícilmente pudo estar al mismo tiempo en Badajoz.
[31] Crónica de Jay Allen “Spain's Revolt Leaders Find Help In Lisbon” de 24 de agosto de 1936. Chicago Tribune, 29 de agosto de 1936 pág. 1
[32] Esto fue lo que Sánchez-Albornoz informó también a Embajador de España en Londres, el 21 de agosto, para que lo transmitiera al Ministro de Estado. ARH 546-50-11 publicado en la página 166 del libro: Claudio Sánchez-Albornoz, Embajador de España en Portugal (mayo-octubre 1936). Fundación Sánchez-Albornoz. Ávila 1995.
[33] Crónica de Jay Allen titulada "Portuguese dictatorship fears revolution: Navy unrest", fechada y enviada desde Rabat (Marruecos francés) el 24 de agosto de 1936, publicada en el News Chronicle el 25 de agosto, páginas 1 y 2.
[34] Crónica de Jay Allen titulada "Portuguese dictatorship fears revolution: Navy unrest", fechada y enviada desde Rabat (Marruecos francés) el 24 de agosto de 1936, publicada en el News Chronicle el 25 de agosto, páginas 1 y 2.
[35] Artículo de Indalecio Prieto "La plaza de toros de Badajoz, circo romano" publicado en Informaciones el 19 de agosto de 1936.
[36] Excompañero de Allen en el Chicago Tribune desde 1925 a 1933, a partir de entonces se dedicaba a escribir una columna de opinión titulada "Fair Enough" que era publicada en numerosos periódicos locales.
[37] Columna de Westbrook Pegler "Fair Enough" del 4 de septiembre de 1936 publicada en The Evening Independent.
[38] Crónica de Jay Allen “Slaughter of 4,000 at Badajoz, 'City of Horrors,' Is Told by Tribune Man” de 25 de agosto de 1936. Chicago Tribune, 30 de agosto de 1936, págs 2 y 3.
[39] La "pensión Central" de Elvas la cerraron en Noviembre de 1935.
[40] Este suceso ocurrió en Almendralejo, no en Badajoz, cosa que, por otro lado hubiera sido imposible hacer en la torre de Espantaperros, ya que a excepción de su parte superior, todo el resto de la torre es maciza.
[41] Artículo publicado en la página 11 del Manchester Guardian del 15 de agosto de 1936 "Badajoz a Complete Ruin".
[42] FISCHER, LOUIS "Spanish Diary", páginas 48 y 49 y FISCHER, LOUIS "Men and Politics an autobiography". Duell, Sloan and Pearce. Nueva York 1941, pág. 327.
[43] En las grandes sacas de la Cárcel Modelo de Madrid, fueron asesinados su tío, Vicente Montojo (07/11/36), y su primo Ubaldo Montojo (08/11/36). A él le saquearon su domicilio en Madrid e incautaron su coche. Acabada la contienda ingresó como asesor técnico en el Servicio Nacional del Trigo. En 1942, en representación del Ministerio de Agricultura, negoció el acuerdo comercial con la Argentina de Perón para el suministro de un millón de toneladas de trigo y otros alimentos. En 1945 escribiría el libro "La política española sobre trigos y harinas: Años 1900-1945". Fue consejero del Instituto Nacional de Colonización, consejero-delegado y director general de las concesionarias del Estado Algodonera de Castilla y de Canarias. Falleció el año 1971 a los 68 años de edad.
[44] Carta de Antonio Alor a Francisco Largo Caballero. Fundación largo Caballero. Publicada en las páginas 205-207. "Claudio Sánchez-Albornoz, Embajador de España en Portugal (mayo-octubre 1936)". Fundación Sánchez-Albornoz. Ávila 1995.
[45] Ibídem, pág. 207.
[46] En el Registro Civil de Badajoz aparece como fallecidos en Badajoz: el día 21 de agosto Manuel Martínez Pie de Hierro (en el listado de Antonio Alor viene como Manuel Martín Pie de Hierro) y el día 22 de agosto Pedro Gil Sánchez (en el listado de Antonio Alor viene como Pedro Gil) y Adolfo López Parces (en el listado de Antonio Alor viene como Adolfo López).
[47] Fondo Rafael Heras 538-50-3/4. Archivo de la Fundación Francisco Largo Caballero, Madrid.
[48] Declaraciones hechas por un periodista del periódico de Badajoz HOY al periódico la Gaceta de Tenerife, publicadas el 25 de octubre de 1936, página 8, y declaraciones de un huido de Badajoz, publicadas en El Sol de Madrid el 11 de octubre de 1936, en la página 3, en el que identifica al hombre como el arquitecto de Badajoz Adel Pinna.
[49] Artículo de Indalecio Prieto "La plaza de toros de Badajoz, circo romano" publicado en Informaciones el 19 de agosto de 1936.